Credo in pecunia

Credo in unum Deum,
Patrem omnipotentem,
factorem caeli et terrae,
visibilium ominum et invisibilium.
Et in unum Dominum Iesum Christum
Filium Dei unigenitum.
Et ex Patre natum ante omnia saecula.

....La mujer rezaba junto al humilde lecho. Por más que no entendía completamente lo que estaba diciendo o a quién invocaba, así le habían enseñado a rezar en la iglesia. Oraba con esa devota pasión de mujer desesperada: estaba encinta nuevamente. Este sería su undécimo hijo, y ya en la mesa habría más bocas que comida para llenarlas.

Deum de Deo, lumen de lumine,
Deum verum de Deo vero.
Gentium, non factum, consubtantialem Patri:
per quem omnia facta sunt.

....Una de sus hijas la espiaba desde el resquicio de la puerta. Era tarde y el hambre le había impedido conciliar el sueño Sabía lo que le pasaba a su madre, e intuía lo que iba a significar otro niño en la casa. Pero allí, todo lo que llegaba por divina providencia debía aceptarse y agradecerse igual.

Qui propter nos homines
et propter nostram salutem descendit de caelis
Et incarnatus est de Spiritu Sancto
ex Maria Virgine et homo factus est.
Crucifixus etiam pro nobis:
sub Pontio Pilato passus et sepultus est.

....El domingo siguiente encontró a la señora, muy temprano antes de la misa, en el confesionario. La mujer enumeró sus vanos pecados de madre y abnegada esposa, y se atrevió a confesar, tímidamente, que estaba enojada con Dios. Le contó de su embarazo a la sombra tras la malla, y dijo que bien podría el Señor dejar de mandarle hijos, pues, ¿qué hacía ella para merecer tanto infortunio? Ya casi no podían arreglárselas en su casa para alimentar a los otros diez, ¿qué sería de éste, de todos ellos?

Et resurrexit tertia die, secundum scripturas.
Et ascedit in caelum: sedet ad dextram Patris.
Et iterum venturus est cum gloria
inducare vivos et mortuos:
cuius regni non erit finis.

....El cura se puso hecho una furia. ¿Cómo podía ella estar enojada con el Altísimo, después de todo lo que había hecho por ella y su familia? ¿Cómo podía renegar de la religión, de la solemne casa eclesiástica? Eso era un insulto, y si no quería que el Señor se enojase y la destinara al infierno, debía cumplir su penitencia: quince avemarías y veinte padrenuestros, tres días de riguroso ayuno, un sincero arrepentimiento… Y que no se olvidase de llevarles una gallina desplumada y lista para el domingo siguiente, que serviría para que los pobres padrecitos rezasen e intercedieran por su perdón.

Et in Spiritum Sanctum,
Dominum et vivificantem:
qui ex Patre et Filioque procedit.
Qui cum Patre et Filio
simul adoratur et conglorificatur;
qui locutus est per Prophetas.

....A la semana siguiente, la mujer seleccionó la gallina más gorda para pagar su deuda. Diez pares de ojos la miraban, alelados y hambrientos, mientras ella degollaba y desplumaba el animal. Ese día no habría puchero en la mesa, y quizá faltarían huevos al día siguiente, pero de no llevar lo exigido se exponía a ser nombrada y maldecida desde el púlpito, frente a todos los fieles.

Et unam sanctam catholicam
et apostolicam Ecclesiam.
Confiteor unum baptisma
in remissionem peccatorum.
Et exspecto resurrectionem mortuorum.
Et venturi saeculi.

....Eran los principios de siglo, años de inmigrantes, de guerras, de mentes fáciles y maleables. Mi abuela, esa niña que espiaba a su madre, nunca olvidó esos tiempos de hambruna y desconcierto, esas etapas donde el vientre de los párrocos se ensanchaba a costa de la ingenua y fervorosa simplicidad de sus fieles.
....Aún hoy sigue intacta su fe, pero rniuega de las iglesias, porque ha notado que por más que las ideologías cambien, la mayoría de los sitemas son impertérritos.

Amen