Requiem amoris

....¿Cómo proceder cuando se siente cómo se va quebrando todo por dentro, pero las apariencias externas necesitan de la firmeza del cemento? Quisiera encontrar las palabras más adecuadas para mostrártelo, pero nunca fui dueña de las letras que desvisten el orgullo.
....Ojalá pudiera aceptar plenamente tus decisiones, ojalá pudiera entenderlas como te aseguro que lo hago. Sólo me hace falta tiempo para llenar de polvo los recuerdos y apagar estas llamas con cenizas u otras llamas. Hoy vas a ser libre; así lo quisiste y lo respeto. Hoy me va a doler, hoy voy a llorar donde nadie pueda verme; porque eso hará mías las lágrimas y nadie podrá quitármelas. No necesito más explicaciones de las que yo misma puedo construirme con retazos de hechos y facciones; no necesito escuchar más allá de lo que está permitido decirse antes de que las apalabras definitivas arruinen todo lo erigido.
....Sería hermoso poder brindarte la más bella despedida, la pira más fastuosa para los restos del amor más bello. Pero esta noche se me escapan las letras y algo pica y molesta tras los ojos, y resbala por dentro, y arden las heridas. Pero ya ves, el reloj sigue su marcha, los caminos indefectiblemente se bifurcan, somos lo que hacemos y no somos nosotros los que trazamos el camino; sino el camino el que nos construye al transitarlo. Hoy se abre un abismo y se alzan muchos miedos… Pues adelante, y a paso firme. Los insomnios siempre terminan por dormirse, los monstruos a los que tanto tememos mueren cuando crecemos.
....Me amabas, y fue bello. Me permitiste amarte, y fue más bello aún. Ahora sólo quedará aplastar la depresiva siesta de los domingos con amigos, y matar los terribles gusanos de las dudas entre almohadas y copas. La vida transcurre y todo queda atrás. Se sobrevive, a todo se sobrevive. Intentaré decírmelo muchas veces para convencerme, sé que terminaré por lograrlo.