Verdades que entenderás con el tiempo

….Hace tiempo intuí esto; pero no supe cómo manejarlo. Llámame ilusa, ingenua; tal vez sólo fui vana. Pero ahora no me arrepiento: estos golpes al orgullo sirven para enseñarnos a no caer dos veces, y a no sufrir tanto al comprender que el error también fue ajeno.

….Estos días de acarrear el corazón roto y las lágrimas latentes no durarán mucho. Una mujer se reconstruye siempre de a pedazos. Pero en tu caso será muy diferente.

….Ahora sentirás lo que se siente ser un trapecista sin red y caer al primer salto; ya que el desengaño llegará cuando deje de ser prohibida la humedad de esos besos. Ve y disfruta ahora; que te será breve el tiempo antes de que caigan los andamios y toda la escenografía de pasión y bondad se vaya al trasto.

….Huye si quieres con esa otra Penélope, esa que hila con los fluidos de sus pretendientes ya dormidos, exhaustos, a su lado; sabrás que no te buscaba para construir un hermoso futuro contigo, sino para calmar sus propios ardores insatisfechos. Y te sentirás usado, exprimido, estúpido, asustado. Y llorarás, y pensarás en mí. Pero será tarde, porque yo habré volado ya muy lejos con mis alas renovadas.

….Voy a dolerte en cada sombra, en cada soledad, en cada golpe. Voy a hacer que mi nombre no se te caiga de la boca, que me confundas, a veces, y me pienses abrazando ese otro cuerpo. Cuando Ella se canse de ti, cuando te arroje lejos, cuando te arrastres y te retuerzas en el fango; cuando te arrepientas y me busques en la boca de la noche, yo estaré demasiadas noches adelante como para que pueda importarme.

….Y sabrás que vendiste la eternidad por un instante; comprenderás el costo de los ilícitos y los perjurios. Y se te revelará esa carne que un día viste tentadora bajo el disfraz de la novedad, como realmente siempre fue: un conjunto flácido, tumoroso y pestilente de musarañas perennes. Y mi cuerpo límpido será demasiado ajeno como para querer recordar el asco que le produjeron tus dedos.

….Aprovecha a retozar en es mellada cama que conoció tantos otros antes que tú, y que conocerá tantos más que apenas te recordará. Haz de cuenta que nada pasa, acalla a ese gusano que te corroe de dudas el pecho. Repítete que no importa, que Ella te querrá, que te acompañará cuando te duela, que compartirá tus alegrías y tus fracasos. Regocíjate en tu ciega estupidez, no desperdicies un instante, que no tardarán las máscaras en caer.

….Si tienes tiempo, luego, te invito a que veas cómo he desvestido mi habitación de todas esas pequeñas materialidades que pretendían construir algo. Todo ese castillo de representámenes ya no es más que una pila de basura en el fondo de algún tacho, y les he hecho el honor de darles el lugar que se merecen. Sólo me he quedado con aquello de lo que puedo despegarme: algunos gustos musicales, algunas experiencias imborrables., unos pocos libros invaluables, un perfume, algunos trajes.Te invito, también, a que veas lo que puedo llegar a ser sin ti; para luego no verme nunca más, porque cuando un jarrón se rompe, por más que se lo arregle, nunca vuelve a ser el mismo. Entonces, regocijémonos sobre los trozos rotos y hagamos confeti con las sobras.

….Al final, aquí sólo yo salgo ganando. Sólo recibo una estocada; la primera. En cambio tu arrastrarás el yugo de tu error por mucho tiempo, y tu dolor será más intenso y duradero. Hoy me sangra el orgullo; pero a ti te desangrarán las dudas por el resto de tu vida.