Noches inútiles
....Es sábado a la noche y no tengo más planes que quedarme en casa, escatimándole conversaciones a mi lista vacía de contactos conectados. Al parecer todos han tenido mejores oportunidades de salir a compartir soledades disfrazadas.
....Hasta el aire se estanca y se aquieta aquí, y yo ya no tengo criptas dónde meter estos tiempos muertos y todos los sueños rotos. Los minutos se deslizan de manera violentamente lenta, y recuerdo la inutilidad de dejar de fumar en días como este. Ya es el quinto asco que enciendo, mientras miro, como estúpida, la pantalla, esperando que algo cambie o quizá que explote. Soy incapaz de apagarla: la esperanza es lo último que se pierde.
....Para peor, es tarde; y me asusta la idea de irme a dormir, porque sé que el desvelo revolotea cerca y bastaría tocar la almohada para que me atacara la fiebre de las dudas y la vertiginosa planificación de acciones irrealizables.
....Por eso sigo aquí, abocada a la creación de posteos inútiles en noches inútiles...
7 Comments:
Hola cielito la verdad es q me dejas aislado de esta insípida vida al leerte. Es cierto. Al menos la computadora en mi caso, chotea con una hermosa golondrina...pero hay q apagar la luz y comenzar a sobrevivir.
Te quiero mucho.
Mariano Pareti.
Hola Cielito, decirte palabras para alguien q las acaba de decir todas es medio difícil. Mi soledad al menos no está tan sola.
Q viejo pelotudo che.
Te quiero, nos vemos en Mza.
en mi blog hice un comentario de tu post.. me encanto conprovinciana:
http://sobreblogsmendocinos.blogspot.com/
hola maria es verdad lo que decis a mi a veces me pasa.
Vero
Hola cielito lindo anda visitando mi sitio cultural ya esta la primera etapa terminada. Espero publicarte a vos y a todos aquellos q expresen de manera singular su desgarro ante la vida o su amor hacia la palabra. Te quiero menos q a la Literatura.
Mariano Pareti
www.marianopareti.com.ar
Vio el mensaje. Sabía que ella estaría ahí, esperándolo, como siempre en las últimas venticuatro horas, a sólo unos bits de distancia. A un sólo movimiento de la mano que, experta,volaba sobre el teclado, en códigos prediseñados. Se sintió poderoso. Ella debía seguir esperando un poco más. Saboreó el olor de su ansiedad, el temblor de sus párpados, las náuseas del humo inútil enroscándose alrededor de sus hombros. Miró el reloj de la pantalla. Diecisiete horas. Será suficiente, dijo por fin, seguro de su poderío. Ahora bastará apretar enter, y a mis pies, como siempre. La orden molecular fue trasmitida a la instantánea velocidad del pensamiento. Sin embargo, no fue suficiente. Un nanosegundo antes, ella se había desconectado.
¿Bah? -¡La puta que lo parió!- insultó al vacío.
Apagó la máquina, sin preocuparse siquiera de guardar los archivos. ¡Pero qué mina pelotuda! dijo, otra vez en voz alta, pateando la silla executiva y ergonómica. Se quedó mirando la pantalla, otra vez estéril, otra vez gris.
-Má sí, que se vaya al carajo!-. Al carajo, le rebotó el eco del comedor, en penumbras otra vez. Buscó los cigarrillos, prendió uno, y luego otro, y luego otros más. La pantalla seguía igual
Pero qué mina boluda, reboluda, dijo mientras buscaba otro cigarrillo. Ya no le quedaban
Hola Cielo, no me pude resistir a la tentación de escribir un paralelo, Espero no te moleste.
Un abrazón desde la 4a este
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