Diálogo entre dos
1- Me haces daño.
2- Sabes que no es mi intención.
1- Me hieres cuando me traspasas, cuando juegas con mis recovecos.
2- Sin embargo, no es a ti a quién debo lastimar, sabes que tu trabajo es sólo sostener a mi presa.
1- Pero igual me hieres.
2- No te quejes, sabes que eres fuerte. No puedo evitarlo, el asesino nunca lastima solamente a su víctima...
1- Pero se supone que tú me amas, fuimos creados para estar juntos...
2- Vamos, no seas tan cruel conmigo. Siempre discutimos por lo mismo.
1- Parece que no te importara. Claro, total, yo hago el trabajo sucio, sostengo a la víctima, traslado las partes, penetro en la boca del monstruo...
2- Sí, como si yo no debiese sufrir en carne propia lo que es cercenar a mi presa. Cada fibra que rompo, cada chillido que se ahoga explota en mis tímpanos y se comprime en mis venas. Pero no lo ves, no, porque el rugido de mi metal es insensible. A veces mis lágrimas se mezclan con la sangre que me obligan a derramar.
1- Calla, nunca te he visto llorar. No sigamos con esta discusión, es inútil. Es nuestro trabajo, nada más hay que decir.
2- Sabes que no es mi intención.
1- Me hieres cuando me traspasas, cuando juegas con mis recovecos.
2- Sin embargo, no es a ti a quién debo lastimar, sabes que tu trabajo es sólo sostener a mi presa.
1- Pero igual me hieres.
2- No te quejes, sabes que eres fuerte. No puedo evitarlo, el asesino nunca lastima solamente a su víctima...
1- Pero se supone que tú me amas, fuimos creados para estar juntos...
2- Vamos, no seas tan cruel conmigo. Siempre discutimos por lo mismo.
1- Parece que no te importara. Claro, total, yo hago el trabajo sucio, sostengo a la víctima, traslado las partes, penetro en la boca del monstruo...
2- Sí, como si yo no debiese sufrir en carne propia lo que es cercenar a mi presa. Cada fibra que rompo, cada chillido que se ahoga explota en mis tímpanos y se comprime en mis venas. Pero no lo ves, no, porque el rugido de mi metal es insensible. A veces mis lágrimas se mezclan con la sangre que me obligan a derramar.
1- Calla, nunca te he visto llorar. No sigamos con esta discusión, es inútil. Es nuestro trabajo, nada más hay que decir.
2- Vamos, vamos, que ya comienza a sonar el réquiem y los jefes se inquietarán.
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