Espinas y Mariposas

Este es un blog de poesías, cuentos, fantasías... Quimeras y utopías...

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Nombre: ♥ஐMaría Cieloஐ♥
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Para desvestirme, elijo la rúbrica... Como ropa, el papel; y para pelear contra el mundo, una pluma...

miércoles, 8 de marzo de 2006

En nombre de la ciencia

***La arañita se moría de hambre. Hacía días que había construido su telaraña, y ningún insecto caía en su trampa. ¡Ojalá hubiera escogido algún lugar más accesible para las hormigas, las moscas..! El invernadero de esa casa parecía muy poco concurrido.
***Entonces, la notaron los chicos. Vieron su tela, esa complicada trama multiforme, semicircular, donde la luz jugaba con sus brillos, y se emocionaron... Se emocionaron como lo haría cualquier niño ante el descubrimiento de una telaraña. Y mayor fue su entusiasmo al descubrir que el arácnido aún estaba allí.
Comenzaron a alimentarla. Le traían hormigas moribundas, y se deleitaban viéndola comer. Todos los días lo mismo. La araña se deslizaba rápidamente al sentir el mínimo movimiento en la tela, llegaba hasta donde su víctima sufría los últimos estertores, le inyectaba una porción de veneno mortal, la enredaba con finísimos y pegajosos hilos, y luego podía pasar horas y horas masticando y deglutiendo.
***La última en notar la telaraña fue la madre de los pequeños. Inútiles fueron sus pedidos de misericordia para con la pobre; si la madre quería sacar esa suciedad de allí, nada podían hacer ellos. Quedó, pues, en discusión, el destino de la arañita, pues la madre no quiso saber nada de insectos en frascos o de llevarla a algún otro lugar de la casa.
***Ya que habría que matarla, el mayor propuso hacerlo en nombre de la ciencia. Se le daría una hormiga envenenada, para observar reacciones y medir consecuencias. La madre les dejó jugar con la última ilusión. Sus hijos se estaban haciendo grandes.
***Se colocó en la tela, pues, la hormiga muerta con veneno. La arañita repitió el procedimiento que tantas veces había seguido. Sintió moverse la tela: corrió, presta a clavar sus dientes en la presa... Su inconsciente dependencia de los humanos no la hizo prever el peligro: diose cuenta demasiado tarde de que su presa ya estaba muerta, de que lo que la había matado ahora penetraba en su propio cuerpo...
***Los más pequeños no quisieron ver el final. Se alejaron de la ventana justo cuando la araña comenzaba a llevar sus largas patas a su pequeño estómago. El mayor sonreía, alelado, observando; junto a su madre, quién le acariciaba el pelo. Sus hijos se estaban haciendo grandes, sí. Empezaba a florecer en ellos la instintiva y curiosa maldad.

8 Comments:

Blogger Unknown said...


Me dió pena, mucha pena...

Tratando de desgrosar el texto, me encontré con muchas leciiones de vida...

Como el encontrarel momento y el lugar preciso para colocar nuestra telaraña, aunque todo es obra y gracia de Azar...

Siempre he escuchado que todo depende de los cristales con que se mire... y la bondad, la curiosidad del humano hicieron que esta arañita pudiera vivir por más tiempo en completa armonia...

y por fin el desenlace, aquel que no gusta que llegue, pero allí está...

Hice el texto tan mio, que lejos de ser humano, me convertí en arañita (lo que me faltaba, una metamorfosis)... por eso la pena...

Precioso... algún día lo tomaré prestado, si me lo permites claro...

Saludos,

Desde mi principado para el Mundo

jueves, marzo 09, 2006 1:18:00 a. m.  
Blogger ALDERGUT said...

Elegiste una trama muy hermosa para convertirla en un lienzo literario muy apropiado a su contexto. La maldad, siento yo, viene de una inocencia cargada en descubrir el mundo. Recuerda que los niños son crueles, no por maldad, sino sencillamente expresan lo que ellos sienten en ese preciso instante.
Rico en precisiones. Y aunque manejas un solo escenario, la visión de los sucesos está completa.
Gracias por vuestra visita a nuestro blog y esperaremos con ansia su siguiente relato.
Salu2.

jueves, marzo 09, 2006 4:14:00 a. m.  
Blogger Iván said...

Buena metáfora de la vida, no hay que confiar nunca en la mano que te da de comer, el día menos pensado se puede volver en tu contra (y eso a pesar de ser un ser tan popularmente despreciable como una araña).

viernes, marzo 10, 2006 9:24:00 p. m.  
Blogger Uminoshio said...

Me encantan las arañas, tengo una guardada en una garrafa de agua, es impresionante verla tejer, andar, buscar sus hilos y moverse cautelosamente, de alguna manera la estoy domesticando, uno a veces se encariña con ese tipo de cosas, creo que ese momento es el indicado para soltar el veneno...

Un beso en la frente.

viernes, marzo 10, 2006 10:46:00 p. m.  
Blogger Natalio Ruiz said...

¡Ay! Esas madres siempre culpables de engendrar tanta mierda en este mundo, pobre arañita, pobre madre, pobres niños. Y la ciencia hmmm... pretextos para calmar y mantener alimentados a aquellos que buscan de crear dolor. ¡Que buen blog! Te seguiré leyendo... Saludos.

sábado, marzo 11, 2006 6:13:00 p. m.  
Blogger Unknown said...

....caramba, pues yo soy un hombre de ciencia y no se me ocurre matar indefensas arañas.... :(

viernes, marzo 17, 2006 1:19:00 p. m.  
Blogger koolbones said...

excelente historia

puedo tomarla prestada para colocarla en mi blog??

saludos desde Panama, y gracias por visitar mi blog :)

lunes, abril 03, 2006 7:20:00 p. m.  
Blogger EL ATEO said...

Recien te leo y vaya que me ha agradado t blog, manejas diversos estilos narrativos y es fresco, inteligente e interesante, espero leerte mas.

jueves, abril 13, 2006 1:22:00 p. m.  

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