Espinas y Mariposas

Este es un blog de poesías, cuentos, fantasías... Quimeras y utopías...

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Nombre: ♥ஐMaría Cieloஐ♥
Ubicación: Ciudad de Mendoza, Mendoza, Argentina

Para desvestirme, elijo la rúbrica... Como ropa, el papel; y para pelear contra el mundo, una pluma...

jueves, 22 de febrero de 2007

Mar de obscuridades

....Soñé con un mar de obscuridades, y allí estabas tú, en el medio, lejano y distante; brillando con luz eterna. Me llamabas con lánguidos sollozos, pero yo estaba ciega, y el mar era un mar tan grande...

domingo, 4 de febrero de 2007

Aeternitas filia temporis est

.....Yo soy el que madura las peras y los olivos; el escultor de las arrugas, el vencedor de los odios, amores y pasiones (por más que digan lo contrario). Soy el Monstruo bajo tu cama, soy Todos los Monstruos bajo Todas las Camas. Soy el que no se detiene, el que no ceja, el que arruina y deforma; el péndulo asesino camuflado en cada pupila. Soy yo - y no otro - el Ángel de la Muerte; el que te empuja de manera imperceptible, palmo a palmo, irreversiblemente, al infinito. Soy lo que fluye y lo estático, lo que se mueve y está quieto; el Alfa y Omega. Soy, y a la vez, no; estoy en todos lados y en ninguno. Soy el Dios de una religión que aún no ha sido nombrada, pero que es conocida por todos. Soy el Tiempo.
.....Y, ¡ay, Lector, cuán irrealizables son tus sueños de detenerme! Porque no es retenible lo que no se puede interceptar. ¡Qué necedad la de la raza humana: querer subdividirme en “físico”, “mental”, “psicológico” y demás caracterizaciones inútiles! ¿No se dan cuenta que yo soy sólo Uno? Uno para cada Uno de ustedes. Sin embargo, aún así me arrugan, estiran, trozan en horas, días, semanas, meses, años, edades, eras, siglos, épocas, períodos, reinados, eones... ¡Como si pudieran quitarme inmensidad al catalogarme en breves duraciones! Quieren encerrarme en fútiles relojes, cronómetros y clepsidras, sin entender que no hay recipiente que pueda contenerme; yo soy la Medida de Todo.
.....Y tú, triste Lector mortal - pequeño grano de polvo en mi manto - ¿te atreves a esgrimir la Relatividad, en una patética defensa? Cuando nos cruzamos, me río junto a ella de los estultos enunciados que ustedes proponen, tan perecederos como todo lo demás.
.....¡Báh! Fruslerías de gente que quiere escapar de mí, con ansias de posteridad. Pero, dime, ¿funciona acaso? ¿Cuántos pasos más daré yo antes de que todo acabe, de que todo muera, de que todo se termine para ti, para ustedes, para ellos? Porque, ¿qué tipo de inmortalidad disfrutable da un nombre en la memoria de los congéneres, cuando la tierra y los gusanos ya se han sustentado de tu cuerpo?
.....Aún así, hay muchos que se esfuerzan en saltar las barreras que naturalmente les impongo. A ninguno temo; de todos me río. De los Matemáticos y los Físicos, con sus novedosas fórmulas que enseguida convierto en obsoletas; de los Ingenieros y los Arquitectos, cuyas construcciones corroo sutilmente, casi sin que se den cuenta; de los Médicos, que se abocan a negar que mi paso es la peor, única e invencible enfermedad, para terminar aceptándolo al final de sus propias vidas.
.....Pero... ¡Ah, los Artistas, los Artistas..! Esos son los espíritus más difíciles de apagar. No; esa raza no se contenta con perecer así como así, con rendirse como todas las demás. Parecen dotados de una pequeña llama ígnea y fatua que sigue ardiendo aún mucho después de que sus restos se hayan convertido en cenizas... Por eso, podría decirse – de alguna manera – que me merecen algo de respeto. Algunos de ellos han llegado inclusive a agradarme. Y como recompensa por el buen sentimiento producido, a esos les he entregado libremente a mi hija, para que retocen con ella tanto como gusten. Pero ella es muy parecida a mí, o todavía peor; sé que cuando se hastíe terminará devorándolos... Y habrá quedado lo que siempre queda: la total y absoluta Nada.
.....Por último, Lector, acata mi recomendación: no te angusties ante tu propia finitud, ya que no hay cosa que puedas hacer contra ello. Y alégrate, porque - permíteme que te lo confiese -, a veces, hasta yo me aburro de tanto correr, de saber que no habrá final para mí. Quizá sea eso lo que me hace vengativo, ¿quién sabe?
.....Entonces - cuando sientas cómo voy carcomiéndote poco a poco, venciendo tus resistencias, doblegando tus ideales, mutando tus firmes creencias en cómodas convicciones, en fin, aniquilándote - has lo que aconsejaba uno de mis preferidos: aprovecha el día. Porque nadie, ni yo, sabemos cuando termina...


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