Espinas y Mariposas

Este es un blog de poesías, cuentos, fantasías... Quimeras y utopías...

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Nombre: ♥ஐMaría Cieloஐ♥
Ubicación: Ciudad de Mendoza, Mendoza, Argentina

Para desvestirme, elijo la rúbrica... Como ropa, el papel; y para pelear contra el mundo, una pluma...

miércoles, 24 de junio de 2009

[Interrogante]

···· Anoche tuve un sueño de lo más perturbador.
···· Habíamos ido de excursión; vos, unos amigos y yo. La idea era hacer cumbre en un cerro de esos que sólo se encuentran en sueños, pleno de vegetación e idealismo.
···· En un momento me adelanté al grupo y me adentré en un camino boscoso y ascendente. Al ver que nadie me seguía, busqué un resquicio donde poder verlos y llamarlos para que se me unieran. Al observar entre los abetos, te vi. Estabas besándola.
···· Aguerrida, corrí ladera abajo dispuesta a despedazar las circunstancias. Primero me lancé sobre ella, pero mis puños no acertaron ni a rozarla, así como de ella tampoco obtuve respuesta alguna ante mi ataque. Entonces, me arrojé encima tuyo para arrancarte los ojos... Un amigo quiso interceder, pero era innecesario. Mis manos no podían hacer nada más que estirar levemente tus facciones; y, simplemente, parecía no importarte.
···· Nos elejamos, juntos. Me condujiste por un sendero hasta un claro con mucha luz y una gran caída de agua. Y allí, en ese maldito lugar idílico y epífito, me hablaste.
···· Fue terrible mi sensación al despertar. Es curioso como muchas veces los sueños pueden hacernos ver cosas que nos esforzamos conscientemente en ocultar. Porque con esas palabras oníricas me aclaraste una verdad que aborrezco: que estoy sola, que ya no hay amor, que todo fue siempre un invento, que en vano tengo tanto para dar cuando no querés recibirlo, que estoy perdiendo mi vida esperando que me necesites, cuando en realidad nunca fui necesaria para nada ni para nadie.
¿Es esto cierto?

sábado, 13 de junio de 2009

La catarsis de las marionetas

······· Siempre he sentido un terror cuasijustificado por los payasos. Desde muy pequeña. Es algo que nunca pude controlar. El solo ver uno hace surgir en mí un oscuro horror que me domina. Esos rostros pintados, los ropajes coloridos, vetustos y remendados muchas veces me persiguieron en sueños.
······· Sin embargo, la inesperada llegada de uno de ellos a mi vida quiso poner a prueba mi cordura y mis razones.
······· Lo vi en el instante mismo en que entré en mi habitación. Estaba sobre la cama; con una de sus manos buscaba escapar de la bolsa que lo envolvía. “Tu sobrino no lo quiere más”, fue la mejor explicación que pudo darme mi madre.
······· Lo primero que pensé fue en exiliarlo al más distante cajón de mi vida y de la casa; lejos de mí y de mi cotidianeidad... Hasta que observé su rostro. No supe explicarme por qué las facciones talladas a soledad y fuego de esa vapuleada marioneta hicieron bailar en mi cabeza olvidados dióscuros perdidos e impertérritas y perversas reminiscencias fetichistas.
······· Tuve miedo, aunque pareciera un buen muñeco... O mejor dicho, tuve miedo de que pareciera un buen muñeco. Dicen que lo mejor que se puede hacer con los miedos, es enfrentarlos; pero lo cierto es que el brillo de sus ojos mostraba tanta verdad desbordándose a raudales, que le creí. Y lo escuché.

······· Me habló de su poca resistencia al fracaso, de sus pequeñas decepciones mundanales pero lapidarias, de la impronta de esa soledad crónica que él mismo convertía en burbuja, de su necesidad de abrazos y promesas – esas que andan tan escasas, y nunca son idóneas -, de su abandono de sí mismo y de su corazón a los vientos, de ese cofre tan lleno de amor, tan mágico y tan voluble que desconocía si lo había olvidado en alguna función o si aún lo llevaba consigo.
······· Al despuntar el alba y encontrarlo contenido entre mis brazos, mi pavor se acrecentó... Porque llegué a la conclusión de que no podía distinguir exactamente quién de los dos era el había estado hablando la víspera anterior.


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