Espinas y Mariposas

Este es un blog de poesías, cuentos, fantasías... Quimeras y utopías...

Mi foto
Nombre: ♥ஐMaría Cieloஐ♥
Ubicación: Ciudad de Mendoza, Mendoza, Argentina

Para desvestirme, elijo la rúbrica... Como ropa, el papel; y para pelear contra el mundo, una pluma...

jueves, 25 de febrero de 2010

Destrucciones

······· ¿Cuántas tranquilidades se pueden hacer añicos en unos momentos? ¿Cuántas palabras bastan para revolver el avispero de lo enterrado? ¿Cuántas lágrimas hacen aflorar aquello que no está muerto?
······· A veces quisiera poder autoextirparme de muchas vidas, de muchas gentes. Quisiera no ser más que una mancha borrosa que poco haya infludio, que poca huella haya dejado en el linoleo de ciertos mundos. Pero uno es lo que hace, uno es esas marcas que deja, esos caminos que traza. Y yo no tengo una máquina reversora de acciones que me permita deshacer todo lo que hice mal; todo lo que nunca debiera haber hecho. Sólo tengo mi boca para pedirte perdón, para decirte que lo siento, para gritarte que ya lo sé, que no vale de nada, que lo hecho está hecho y no se puede echar al olvido. Pero también la tengo para decirte que esta espalda no cargará todas las culpas; que mi piel se ha renovado (no ya como la de las serpientes) y que en la tuya está el descubrirlo, si las cobardías no te empañan; pues ahí es donde se miden los corajes.
······· ¿De qué sirve decir "nada de esto debería haber pasado"? Si muchas veces en las tormentas vitales es donde se descubren las metas, donde se encuentran las pasiones, donde se esconden las ganas de seguir adelante o de abandonar todo. Basta con saber que en el remanso, tras el remolino, siguen los cariños, las querencias. Quizás, también el amor. Pero eso sólo es medible en uno mismo; las palabras que el otro calla se las llevan sus propios vientos.
········ Hoy he acuchillado un pecho. Aún sangra. (¿Has visto llorar a una piedra alguna vez? Pues con esta maldad innata, adherida a mí, creo que yo lograría que lo hiciera.) Aquí, hasta hace un instante, bajo esta sangre que no saldrá jamás de mis manos, que hoy mana junto con lágrimas de sus ojos, se secaba la tuya.
······· Aún tengo muchos "todavía". ¿Estás dispuesto a conocerlos? Yo ya no tengo más alma para vender. He destruido ya suficiente; sólo quiero parar.

viernes, 5 de febrero de 2010

Amante golondrina

······· Estoy aquí, en esta aridez de sueños que puedan compartirse; pero aún así me lo han susurrado tus ojos: el amor es la llave que abre todas las puertas. Sin embargo debo decirte que lo siento, que he perdido esa llave, que hoy mi cuerpo se ha disfrazado de aldaba en el vacío y me busco, incesantemente, en otros, en muchos, sin querer hacerlo… Pero me arrastra una tibia inercia hacia el inconformismo crónico, conmigo, con todo. Perdón. No soy tu llave ni podría serlo; y eso me duele como no debiera.
······· Quisiera poder ser aquella que te acurrucara en sus brazos y se entregara sin preguntas a la dulzura del momento; aquella que no maquinara razonamientos inútiles donde debiera guiarla el corazón; pero no lo soy. Ojalá fuera lo suficientemente fuerte para creer que vale la pena luchar por esto; pero me reconozco débil, cansada tras milenarias luchas infructuosas que no vislumbraron nunca una victoria.
······· Si te sirve de consuelo, dejame confesarte que no saldré indemne de esto, de la misma manera en que no se libran, incólumes, los rosales de sus romances con los pájaros. Aún así, los estigmas que dejes en mí no serán un justo pago por mi desidia, por la redacción de este pacto unívoco de amantes golondrina, de conexión efímera y sin cadenas. No, no lo será, pues parezco ser la única que quiere cumplir su parte; pero dejarás tus marcas y florecerán luego en mi cuerpo, en mi piel, en otros nombres.
······· ¿No lo ves? Nadie es imprescindible pero todos somos esenciales; ese amor que hoy escapa con dolor de tus manos, como arena, te construirá mañana un hermoso castillo, uno que será habitado por otro cuerpo, el de aquella definitiva, la que te elija, la que no impugne contratos, la que te ame.

martes, 2 de febrero de 2010

Odios

······· Uno cosecha lo que siembra, aseguran; y hoy recolecto los frutos de esa vileza que siempre existió en vos, pero que ciertas luces en horas mágicas supieron esconder. Esta furia, este impulso violento que me estremece cuando te recuerdo no es más que el precio a pagar por mi ilusa estupidez.
······· Ahí vos y esa sonrisa del que cree haber ganado algo, acá yo y esta horda de cuervos en mi pecho, tan hambrientos de tus ojos; en el medio una distancia sideral, adoquinada de lo que uno creyó haber obtenido por méritos propios y de lo que el otro percibe como el estrepitoso derrumbe de lo que entregó por trascender. Tonta de mí. Nunca te vi más pequeño, más insignificante, nunca caíste más bajo que cuando me arrojaste a los abismos con leones. Triste de vos. Nunca percibiste que con un sutil movimiento podía abrazarte para que cayéramos juntos.
······· Y pagarás, hombre pequeño e inútil, aunque no sea yo la que vaya a regocijarse con tu desgracia; pues la indiferencia es el peor mal que se le puede brindar a alguien; y a eso voy a dedicarme: a extinguir tu nimia llama en mi memoria… Apenas pueda dejar de desmembrar tu cuerpo en mil partes sangrentas y latentes, en mi cabeza; apenas pueda dejar de lacerar tu nombre en mi memoria con mis garras afiladas.


Contador de visitas