Espinas y Mariposas

Este es un blog de poesías, cuentos, fantasías... Quimeras y utopías...

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Nombre: ♥ஐMaría Cieloஐ♥
Ubicación: Ciudad de Mendoza, Mendoza, Argentina

Para desvestirme, elijo la rúbrica... Como ropa, el papel; y para pelear contra el mundo, una pluma...

miércoles, 14 de enero de 2009

"Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos"...

·····Ya todo ha muerto. Se han extinguido las llamas, las ganas, la suerte. Se han marchitado las flores de los momentos juntos. Ha caído el tedio sobre tus hombros: se te han escondido los motivos y las ganas de luchar. Decidiste tomar ese tren de la distancia, de la desidia; y no me dejaste ir a despedirte a la estación
·····Ahora sos libre. Sos feliz sin mí, mientras yo me desgrano en hojas vacías. Es tu tiempo ahora. Tu victoria, tu elección. Y de alguna manera, me alegro por ello. Con mis pedazos te reconstruirás en otro hombre; en alguien diferente, distinto... El mismo, pero sin mí.
·····Pero cuidate de despertar un día y arrepentirte. Cuidate de que algún día sientas que algo se te rompe dentro, que algo te falta. Porque ahora me dejas, ahora te vas y querés olvidarme, pero el tiempo que nos dimos juega a mi favor; y juro que no habrá lugar al que vayas o cosa que hagas que no te recuerde a mí.
·····Allí estaré, siguiendo tus pasos nocturnos, agazapada como sombra en los rincones oscuros. Seré aquél perfume dulce que pase junto a ti una mañana, y la etérea caricia en tu cuello cuando algo duela. Estaré en las carcajadas de los chistes tontos, y detrás de ti en algunos espejos. Te abrazaré en forma de recuerdo cuando tirites de frío y de miedo. Seré la primera pequeña muralla ante cualquier otra mujer, y el punto de comparación. Estaré tatuada en todas las cosas y en muchos rostros y lugares, así como mis dedos tatuaron durante tanto tiempo tantos recorridos en tu piel. Y seré indeleble, aunque no quieras.
·····Yo lo vivo así en este momento. Pero, de una manera muy egoísta e intensa, desearía que algún día yo te doliera tanto como a mí me dolés ahora. Porque cada día dolés un poquito menos, y a este paso, cuando tu tren llegue a destino y te despiertes y abraces el vacío, yo ya estaré en mi propia estación.

domingo, 11 de enero de 2009

Consolación

····· Hace pocos días me enteré por las noticias del fallecimiento del hermano de un amigo muy querido. Corrí a llamarlo, y fue el escuchar su voz quebrada lo que me hizo caer en la cuanta de que no habría palabras en el mundo capaces de ser dichas para aplacar su aflicción. ¿Qué decir, qué hacer ante tamaña pérdida?
·····Amigo, me gustaría poder hacerme escudo contra todas las injusticias de la vida. Me gustaría ser abrazo para contener tu cuerpo hecho pena. Quisiera que mi silencio entendiera tus lágrimas y se fundieran mi comprensión y tu mesticia. Si pudiera, construiría un barco con mis brazos para que zarpáramos lejos del dolor y las angustias, lejos de la realidad y sus azotes, lejos de esta tierra que nos llama y se desquita. Ojalá pudiera extraer esa agonía de tu carne y arrojarla lejos, o siquiera detenerme a tu lado y servirte de algo.
····· Pero no puedo, amigo, no puedo sacarte estos días del calendario como si fueran sanguijuelas. No puedo prometerte que todo estará bien. No puedo. En estas ocasiones sólo sabemos balbucear las frases de costumbre y emitir comentarios vacíos que mueren en sí mismos.
····· Pero sí puedo quedarme contigo e intentar ayudarte a que duela menos. Puedo hacer con mi cariño leves mariposas transparentes que alejen un tanto las ducas vampiras. Puedo quedarme. Puedo quererte. Puedo estar.
·····Y aquí estoy.

domingo, 4 de enero de 2009

¿Se irá?

······ El dolor, que nació como una pequeña bolita de cera en mis entrañas, se ha expandido. Ahora es una inmensa llama inabarcable, indescriptible. Sobrepasa mi epidermis, sale de mí y se arrastra por las paredes, empaña los vidrios, escapa por las celosías y sobrevuela la ciudad.
····· Y me duele dentro, en el centro del pecho o del estómago, como si algo o alguien hubiera devorado mi corazón y ahora palpitara el vacío. Me dan ganas de contraerme sobre mí misma, hacerme pequeñita, estable, y encerrar el dolor conmigo y escapar con él, o de él, o sin él. Porque me duele al despertar y al acostarme, y a veces el dolor se convierte en todo el proceso entre la primera acción y la siguiente. Me duele la distancia que impusiste, donde cada negativa es una daga. Me duelen tus razones imprecisas, me duele tu miedo. Me duele el haber podido hacer muchas cosas antes, y no haberlas hecho. Me duele no poder hacerlas ahora. Me duele el pensar que las cosas pueden llegar a ser más simples de lo que creo, pero me niego a verlas. Me duele tener tanto amor sin destinatario. Me duele que mi amor no alcance para los dos, ni para cubrir los baches. Es mi amor, al morir, lo que se convierte en este sufrimiento.
····· Pero el dolor es un fantasma pasajero. Me lo han dicho. Se irá. Se irá y volveré a estar bien, volveré a querer levantarme de la cama, volveré a reirme, volveré a sentirme bien entre todos los que no son vos. Volveré a querer hacer cosas, y hacerlas bien. Se irá. Me lo han dicho.
······ Sólo que nadie ha podido convencerme.

jueves, 1 de enero de 2009

Insomnios

····· Hay noches en las que una se la pasa dando vueltas y vueltas en la cama, sin poder dormir. Pensando. Desvariando. Buscando esa idea mágica que provea la solución a todos los problemas, y devuelva el sueño.Y es una desesperación ver la oscuridad de la noche a través de la ventana y pensar que no hay a quién acudir, que no hay a quién llamar, porque todos los demás estarán durmiendo mientras una se carga este insomnio plagado de gritos mudos.
····· ¿Qué hacer cuando una quisiera gritar, pero no hay nadie del otro lado dispuesto a escuchar? ¿Qué hacer cuando ya no vale de nada querer ceder, dar la vida, mejorar, cualquier cosa? Si ya se han muerto todos los sueños, es inútil remontar un vuelo falso.
····· Sólo queda entretejerse en las razones y caer en la cuenta de que cuando algo muere, abona la tierra sobre la que se desploma. Y hoy yo he muerto. He decidido matar conmigo a todas mis noches de insomnio y a todas mis desesperaciones inútiles. Tenías razón, de nada vale vivir eternamente con un peso amargo a cuestas. ¿Quién quiere vivir eternamente así?
····· Hoy he muerto. Mañana saldré a buscar otras primaveras.


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