Espinas y Mariposas

Este es un blog de poesías, cuentos, fantasías... Quimeras y utopías...

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Nombre: ♥ஐMaría Cieloஐ♥
Ubicación: Ciudad de Mendoza, Mendoza, Argentina

Para desvestirme, elijo la rúbrica... Como ropa, el papel; y para pelear contra el mundo, una pluma...

jueves, 28 de septiembre de 2006

Dicotomías

... A veces soñaba con mujeres; con la que se le había ofrecido pero con la que nunca había concretado; con aquella que lo había llevado por primera vez al orgasmo; o con esa otra, la que él siempre había querido ser.

viernes, 22 de septiembre de 2006

Celos

....Terminó el café y lavó la taza. Se deslizó por la umbría sala hasta la habitación, y revisó el contestador. Nada. Ni un mensaje. Silencio en la cocina, silencio en el living, silencio en todos los rincones del cuarto. Un ligero tic – tac asesino goteaba los segundos en su cabeza.
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.... La había conocido en la facultad, cuando cursaban juntos. Los comienzos fueron difíciles, pues había tenido que disputársela con dos o tres pretendientes que se suponían tan adecuados como él para tenerla; pero terminó ganando. Siempre ganaba.
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....Prendió un cigarrillo, como para matar la espera. Delgadas volutas de humo se elevaron, agónicas, cuando apagó el tercero de la noche. Iba a encender otro, pero decidió que era mejor quitar ese pastoso sabor a virutas de hiel de su boca con un poco de whisky.
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....La relación había evolucionado hasta el punto de decidir mudarse juntos. Lo que él no le había confesado nunca es que lo había hecho para salvaguardarla mejor de todas las aves de rapiña que pugnaban por arrebatársela. No era que no confiara en ella: su miedo recaía en creer que esa adorable criatura, en su luminosa inocencia, pudiera ser engañada por palabras lisonjeras y vejada por cualquier patán sin escrúpulos. Por eso tampoco la dejaba salir sola, ni siquiera con sus amigas. ¡Quién sabe que podrían llevarla a hacer! Las veía como un grupo de oscuras arpías, malditas y maliciosas, siempre cuchicheando con ella a sus espaldas, bajando la voz cada vez que él entraba y las encontraba reunidas. Ella nunca le avisaba cuándo iban a ir; sabía que, de saberlo él, también les hubiera prohibido la entrada.
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....Maldita sea. Trastabilló y tuvo que aferrarse al sillón para no caer. ¿Apenas unas cuantas copas y ya se había terminado toda la botella? Pasó de la impaciencia al enojo, y del enojo a la más ciega furia. Ya vería cuando llegara.
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....Sólo le había pegado una vez. Fue un golpe suave, una cachetada casi sin intención. Sucedió mucho después de que la hubiera obligado a renunciar a su trabajo, le hubiera prohibido tener un celular y hubiera inutilizado el teléfono del departamento para que no pudiera usarlo sin su permiso. Fue por una estupidez, en realidad, pero él estaba en todo su derecho de disciplinarla, ya que ella le pertenecía. Ese día, al llegar de la oficina, la había encontrado con su madre, charlando en la cocina. Tuvo que esperar pacientemente que esa bruja terminara de llenarle la cabeza con toda su sarta de estupideces y se despidiera, para increparla. Lo que más lo había sacado de quicio fue que ella le dijera que bien se merecía recibir una visita de su propia madre. ¡Qué insolencia! Luego de la discusión, cambió las cerraduras de las puertas, sin darle copias de las llaves.
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.... A partir de entonces, la vigiló más que antes. Pero debía salir para trabajar; después de todo, tenía que mantenerse. Y hoy, al regresar a ese hermoso nido – cárcel que había construido con tanto esmero y amor, no la había encontrado.
....Encendió el último cigarrillo, arrugó el paquete y lo arrojó lejos de sí, como desganado. Cerró los ojos y cabeceó. Fue sólo un instante, pero las llamas fueron más rápidas y devoraron las cortinas en pocos segundos. Cuando abrió los ojos, sintió como si los recovecos de su cuerpo se llenaran de agua helada. No, comprendió. Lo que lo mataría no sería el incendio.

lunes, 18 de septiembre de 2006

Soledad

Estoy harta de no querer sentirme sola y estarlo querer ser feliz y que no me dejen buscar soluciones que no hay darme contra las paredes llorar estar sola llorar que estés y no ni las esperanzas quedan felicidad adonde ahí ni siquiera no sirve no me sirve esto no sirve lo odio te odio me odio la odio y todo igual adonde no puedo ir no quiero estar acá si igual estoy sola dejame no ves que me hace falta dejame si ya no importa nada mas quiero dormir dormir dormir que me hace bien y llorar dejame sí eso es lo que quiero yo no puedo no es tan fácil si siempre es lo mismo todo igual siempre ha sido así y a lo mejor le hago caso no quiero más si hacerle caso es conceder es mi felicidad es mentira no va a llegar nunca pero igual estoy sola siempre igual y me hace mal y acá sigo si es más cómodo adonde dejame no te das cuenta que te lo estoy pidiendo dejame vos si nada va a cambiar ni ella ni yo ni vos esto está estancado y yo me ahogo necesito aire tengo miedo miedo de estar sola y estoy sola todo cambia alrededor todos son felices y yo me ahogo todo está cambiando yo también quiero cambiar me ahogo necesito aire me duele y nadie hace nada ni yo aunque sé que puedo hacerlo tal vez lo haga y mande todo a la mismísima mierda si total ya nada importa esta todo tan negro no hay mejora me doy contra las paredes y a nadie le importa ni a vos si no lo ves si no haces nada ni a mi tampoco hago nada de alguna manera me gusta el infierno para darle la contra me gusta pero me ahogo a veces llorar dejame seguir llorando o hace algo dejame no ves que te lo pido yo no puedo hacé las cosas más fáciles me ahogo dejame dejame dejame dejame dejame dejame dejame dejame dejame dejame dejame dejame

martes, 12 de septiembre de 2006

Cada historia es un mundo

Dijo el niño, que estaba acostado en la otra habitación:
- ¡Mamá..! ¿Podrías hacer que haya menos ruido, que la perra deje de llorar, y que no haya tantos dragones volando el patio? Por favor, quiero dormir...
- Sí, mi amor. – y la madre cerró el libro y apagó la luz.


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