Nada

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°¿Qué me dirías?
¿Qué pensarías? ¿Qué pensarías si supieras que hay otros que me sangran los dedos de deseo, que ya no eres el único rondando en mi cabeza, que otras lunas bañan mis anhelos? ¿Si vieras que he descubierto otros mundos allá afuera; mundos donde faltas y no duele?
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°¿Qué pensarías?
¿Qué harías? ¿Qué harías si esta sumisa y obediente epidermis soltara amarras, de una buena vez por todas; y, navegante, se arrojara a la mar? ¿Si huyeran del todo mis ya esquivos besos para conocer otros labios, otros puertos?
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°¿Qué harías?
¡Porque las cosas vencibles en esta vida son los Otros, Nosotros, Uno Mismo;
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°pero nunca la Muerte del Amor!