Espinas y Mariposas

Este es un blog de poesías, cuentos, fantasías... Quimeras y utopías...

Mi foto
Nombre: ♥ஐMaría Cieloஐ♥
Ubicación: Ciudad de Mendoza, Mendoza, Argentina

Para desvestirme, elijo la rúbrica... Como ropa, el papel; y para pelear contra el mundo, una pluma...

jueves, 30 de marzo de 2006

Nada

¿Qué me dirías? ¿Qué me dirías si un día te confesara que creo que esto ya está muerto, que todo ha acabado, que estoy cansada, que no puedo entregar más? ¿Si llegara y te escupiera a la cara toda la pestífera hiel que, intuyo, guardo a veces? ¿Si irguiera mis alas y huyera de esta gélida prisión de costumbrismos?
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°¿Qué me dirías?
¿Qué pensarías? ¿Qué pensarías si supieras que hay otros que me sangran los dedos de deseo, que ya no eres el único rondando en mi cabeza, que otras lunas bañan mis anhelos? ¿Si vieras que he descubierto otros mundos allá afuera; mundos donde faltas y no duele?
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°¿Qué pensarías?
¿Qué harías? ¿Qué harías si esta sumisa y obediente epidermis soltara amarras, de una buena vez por todas; y, navegante, se arrojara a la mar? ¿Si huyeran del todo mis ya esquivos besos para conocer otros labios, otros puertos?
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°¿Qué harías?

¡Porque las cosas vencibles en esta vida son los Otros, Nosotros, Uno Mismo;
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°pero nunca la Muerte del Amor!

martes, 28 de marzo de 2006

Placebo

- Che, ¿nos juntamos esta tarde a repasar para el parcial del viernes?
- Dale, buenísimo. Mejor estudiar de a dos. Venite a mi casa a eso de las seis.

-------------------------- 5 hrs. más tarde --------------------------

- Hola... ¿Qué, ya tenías todo listo para empezar?
- Por supuesto. Nos juntamos a estudiar, ¿o no?

-------------------------- a los 10 minutos --------------------------

- Esto ya es la unidad II. Pasame el resaltador. ¿Y mi lápiz? Ahí está. Uf, esto del estrés me está matando. Siento como si me titilara el ojo.
- Tranquilizate, no debe ser nada. Sigamos. Nos quedamos en la página 23.

------------------------ 20 minutos después ------------------------

- Paremos. Me duele mucho la cabeza, y el ojo se me cierra.
- Falta poquito... No te quejes tanto. A ver. “Las referencias extralingüísticas son...”

-------------------------- 15 minutos más ---------------------------

- No, no, ya no puedo seguir. No veo nada. ¿No tendrás por casualidad algo que me puedas dar para que se me pase?
- Ya te traigo.

----------------------- pasados 5 minutos --------------------------

- Buenísimo eso que me diste, ¡se me pasó absolutamente todo! Por cierto... ¿Qué me diste..?
- Una sacarina.

martes, 21 de marzo de 2006

Dualidad













°¿Por qué no me permiten amarte
°°°°el tiempo
°°°°°°°°°los otros
°°°°°°°°°°°°°°°yo misma

°pero sí
°°°°°°°°°°°°los rincones obscuros
°°°°°°el cruel desenfreno

°°la dicotomía del lenguaje?

miércoles, 8 de marzo de 2006

En nombre de la ciencia

***La arañita se moría de hambre. Hacía días que había construido su telaraña, y ningún insecto caía en su trampa. ¡Ojalá hubiera escogido algún lugar más accesible para las hormigas, las moscas..! El invernadero de esa casa parecía muy poco concurrido.
***Entonces, la notaron los chicos. Vieron su tela, esa complicada trama multiforme, semicircular, donde la luz jugaba con sus brillos, y se emocionaron... Se emocionaron como lo haría cualquier niño ante el descubrimiento de una telaraña. Y mayor fue su entusiasmo al descubrir que el arácnido aún estaba allí.
Comenzaron a alimentarla. Le traían hormigas moribundas, y se deleitaban viéndola comer. Todos los días lo mismo. La araña se deslizaba rápidamente al sentir el mínimo movimiento en la tela, llegaba hasta donde su víctima sufría los últimos estertores, le inyectaba una porción de veneno mortal, la enredaba con finísimos y pegajosos hilos, y luego podía pasar horas y horas masticando y deglutiendo.
***La última en notar la telaraña fue la madre de los pequeños. Inútiles fueron sus pedidos de misericordia para con la pobre; si la madre quería sacar esa suciedad de allí, nada podían hacer ellos. Quedó, pues, en discusión, el destino de la arañita, pues la madre no quiso saber nada de insectos en frascos o de llevarla a algún otro lugar de la casa.
***Ya que habría que matarla, el mayor propuso hacerlo en nombre de la ciencia. Se le daría una hormiga envenenada, para observar reacciones y medir consecuencias. La madre les dejó jugar con la última ilusión. Sus hijos se estaban haciendo grandes.
***Se colocó en la tela, pues, la hormiga muerta con veneno. La arañita repitió el procedimiento que tantas veces había seguido. Sintió moverse la tela: corrió, presta a clavar sus dientes en la presa... Su inconsciente dependencia de los humanos no la hizo prever el peligro: diose cuenta demasiado tarde de que su presa ya estaba muerta, de que lo que la había matado ahora penetraba en su propio cuerpo...
***Los más pequeños no quisieron ver el final. Se alejaron de la ventana justo cuando la araña comenzaba a llevar sus largas patas a su pequeño estómago. El mayor sonreía, alelado, observando; junto a su madre, quién le acariciaba el pelo. Sus hijos se estaban haciendo grandes, sí. Empezaba a florecer en ellos la instintiva y curiosa maldad.


Contador de visitas